jueves, 3 de febrero de 2022

Memorias XIII

-¿Qué es eso que suena maestro?

El Maestro estaba dormido. Pero todos los grandes abades duermen en la misa. La gente no lo sabe ¡obvio que no lo sabe! Es que pocas veces no le toca a él dirigir la misa, no es algo de faltar el respeto al altísimo, es simplemente cansancio. Ya verías tu a ese o aquel santo durmiendo una o dos misas en su vida. En su pecado blanco, una cosa poca. Pero hay que tener habilidad, esa que pone una mano aquí, el brazo por acá y parece como si nada hubiera pasado, cómo si pudieras recitar toda la liturgia de memoria y entera.

Soñaba con el campo, con el sol sobre todo. A veces la abadía se le antojaba húmeda y fría, y el campo ¡oh el campo! con su sol que calienta los huesos (por que los huesos le sabían muy fríos, helados, congelados, como el hielo que crece con espinas clavándose en sus carnes).

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