lunes, 29 de septiembre de 2008

Sobre mi.

Nota: En un afán de egocentrismo sacaré 3 obras en las que intentaré hablar sobre mi. Esto debido al primer año de vida de Le Monde Bizzare. Ojala os gusté

¿Que paso con ese tipo
que miraba al espejo?
¿Donde quedo
la gracia de las
amorfas nubes?
¿Somos cal o
solo azufre?

Mi telefono
ya no marca.
Mis padres,
mis amigos,
mi vida,
ya nadie
contesta
¿o es que
nunca supe
sus numeros?

El mañana
apesta a ayer,
el futuro
se oxida
por el hoy.
Y no se como
amanezco
despierto.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Quejas

Estoy aburrido de quejarme. Siempre lo mismo en este mundo donde nada es lo que fue y todo pertenece a la desunidad, lectores ciegos y aburridos con interregantes respondidas que faltan de ortografía al pensamiento tecleado en sus viles maquinas de hadrones que les corrigen todo.

Pan en la boca, el hambre del tonto. Qué sentido tiene vomitar sobre purines, el tiempo para el futuro esta proximo por acabar y todavía no me recupero del pasado. El reloj es la caña de la vida.

Gente que nace con el culo de microsoft, apuesto que nunca han arriesgado nada a la ruleta, al dado, al destino. Claro que este ultimo es mucho más riesgoso y tentador.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Sicodelica India

Una experiencia mistica me ataco hace algunas semanas, creo que es mi deber compartirla con mis lectores (si es qe hay alguno):

Despues de una suculenta comida me disponía a sumergir mi cabeza en las pesadas hojas de la histología. Pasearme entre sus desiertos epitelioidales y perderme en su estratificación, viajar en caravana por sus cilios y sentarme a tomar té seboso con otros seres imaginarios.

Mi tienda que descansaba debajo de la amenaza de seres de complejidad superiores como los son los conectivos, entonces fue cuando Buda llamó a mi puerta. Cabe señalar que como estaba en una tienda no habia puerta que tocar, si no más bien toco con su bastón el suelo simple y eso sono como tambores en el mundo.
Como nunca he querido ser descortez salí a recibirlo. Mi hola paso a un talvez, su quizás a un entonces y lo que debio ser nada paso a ser todo, desarmando mi pequeño mundo y dejandome plantado en una mano gigante.

Confuso y perdido frías oleadas de viento azotaban mis oidos con rock zeppeliano, lo que me hipnotisaba cuando sus latigos helados castigaban mi pecho enfermo. Apenas escape con vida de tal situación, lo que es una pena. Pues espero con ansias la proxima sesión.