miércoles, 17 de octubre de 2007

Dualidad

Que importa la noche?, somos parte de la arena aún no ha llegado la ola.. que importa el día?
Nos hundimos y perdemos, los horizontes se apagan mis ojos se encienden... que importa el amenecer?
queremos y odiamos, pero nunca aprendemos que son lo mismo... cuando nunca hemos despertado

Y debemos volver? cuando nos fuimos?... creo que estamos en la marea
Vamos y venimos pero avanzamos hacia la noche.... creo que no somos
aún cuando ni siquiera he visto una estrella... aquello que ilumina todo

Eres tú..... soy yo.

Con un poco de ingenio cree este fragmento, cuando lo lean intenten mezclar las frases, siempre saldra algo.-

miércoles, 3 de octubre de 2007

Extracto

Este es un pequeño extracto de mi libro no terminado "Viaje a la eternidad", de cuyo proceso no he de hablar ahora:

"...En el ultimo día, del primer mes, de aquel año en que los pajaros dejan de acompañar a la luna, se levanto aquel que era el primero, miro la tierra y empezo a cantar la triste valada sin nombre. Sus compañeros alzaron la cabeza absortos no de somnoliencia, sino del hecho de escuchar algo que apenas entendían y de cuya belleza no podían renegar.
Terminada la canción, quien era el primero, tomo la tierra, la beso y de ahi salio una flor. Mordio a la luz blanca, la comio... disfruto su escencia al punto más orgazmico, luego miro al segundo y le dijo:

"Heme aquí, como el fin he de deborar al principio... pero ahora que el principio esta en mí, tan solo soy un medio y he de abandonar mi proposito"

Acto seguido el primero se alejo a las montañas, y fue seguido hasta que los pajaros persiguieron el sol..."




jueves, 20 de septiembre de 2007

Tributo a la "gamba"

Aquellos que hemos salvaguardado con exito los dichosos recuerdos de la vida noventera esa que temía del siglo XX: de sus naves espaciales, apocalipsis y Vernes recordamos con añoranza la moneda de 100. Su color cobre siempre nos introdujo a esa satisfaccion humanoide de poseer el poder de hacer lo que quisieramos con ella.
1000 era una suma ridiculamente excesiva, 10 era para las pastillas pero 100 era exactamente lo necesario para el pan, la bencina o su buen Chester. Pero el cobre se nos va de las manos, asi como la arena ha de irse, la centena ha perdido su elegancia, rezagada a ser parte del vuelto, solo un conjunto nos sirve y a veces salva... cuando falta.

Y así como nos vamos haciendo viejos, aquel mundo metalico palidece ante nuestras palmas como soles moribundos por que lo que fue nunca volvera y los recuerdos que nos quedan ni siquiera son los mismos.