lunes, 20 de septiembre de 2010

3er Aniversario

Llegamos al tercer año de Le monde bizzare y para este año lo celebro con un escrito sobre el Bicentenario, acontecimiento que se da a lo largo de todo latinoamerica, saludos y ¡felices fiestas!

Bicentenario.

Me es muy difícil escribir algo muy largo, quizás pierdo la concentración rápidamente o el interés se disuelve mientras las palabras se van bordando con mis ideas, pero jamás podría creer que llegaría a pasarme 3 años colgando mensajes en un blog, mensajes que hablan más que nada sobre mis pensamientos más públicos, que no dejan de ser privados en la medida justa.

Pienso en el bicentenario como un símil a mi mismo, una nación que nunca se vio a si misma pasando los cien años, quizás ni más de 15... mas aquí estamos ¿no?, recordandonos lo insignificantes que hemos sido para un gran proceso, insignificantes en un ahora, pero que en un futuro seremos como grandes próceres.

Rocky Balboa se hizo héroe durante el bicentenario persiguiendo la inmortalidad o algo más romántico, quizás la república y yo con mi blog también buscamos lo mismo, algo tan estúpido, comercial y ficticio... aunque no deja de ser hermoso al pensarlo sigue siendo una utopía que puede ser creíble solo para un niño o un ingenuo. Cuando los años pasen y me dedique a ver hacia atrás, en un 250 aniversario, citaré a Clark Kent cuando diga: en este año de jubilo ¿que hay de gracioso en la justicia, la verdad y el sueño americano?.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Taza de té

¿De quién es esa taza?

-¿Aquella servida con odio, tibia de amor y dulce como recuerdo tus labios?

Es tuya. La mía yace vacía.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Corto XV

El futuro esconde su belleza en los rostros de las mujeres,

las mujeres esconden su futuro para ser bellas,

si solo supieran la gravedad del pasado en todo esto.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Cronicas III

Jamás me he considerado un tipo muy afortunado o quizás no en demasía, pero siempre tiendo a pensar que podría haber sido mejor cualquier cosa. Debo admitir también que peco de conformista, pues amo lo simple y puro.

Hoy he visto a un amigo en desgracia, una amarga y cruda prueba de que las cosas pudieron haber sido mejor y me pregunto a mi mismo ¿qué es la suerte?.

¿Soy menos afortunado que aquel que lo echan, que se duerme donde otros sueñan estar, que cuenta los minutos en el silencio de los que callan? Si la suerte fuese algo tangible, sería ahogante y pesado, una armadura para quien pueda levantarse y soportar la carga.

Quiero creer que la suerte es una quimera, que no hay nada azaroso en los benéficios de la vida, que responde a un orden que es mérecido por el esfuerzo y la buena voluntad.

Escuchando la radio guarde una frase de Voltaire y lo parafraseo diciendo: Si no existe la suerte, alguien debería inventarla.

martes, 7 de septiembre de 2010

Madre-de-todos

Madre-de-todos domina, sentada en su tronco echando las raíces que él no puede, ampliando su mente para que el sol la nutra del conocimiento ancestral, como las estrellas que bañan sus ojos amarillos y sus manos azules.

Enciende el fuego de vez en vez y espera a que los niños corran a la hoguera, quizás escapando de mano-de-hierro o quien-cabalga, pero siempre vuelven. Recuerda con cierta gracia como lo habían hecho otros antes y otros antes que ellos... es tan gracioso.

El fuego -comienza diciendo- es quien nos alimenta y nos da calor, es quien nos cede su vida en el agua tibia que nos lava la mente o que nos divierte cuando los pájaros son llamados por la soñadora. El fuego- mostrando una larga cicatriz que caminaba por un brazo hasta tocar un pecho oculto al deseo- es nuestro mejor amigo, siempre nos intenta abrazar y su amor nos quema, como hace el tiempo con las hojas o las raíces con la tierra.

Se levanto para que el polvo se sacudiera un poco de su pelo, para que los huesos tomarán aire, para embobarse con la luz del fuego ¡que cálido se veía! de a poco se acerco a las llamas. Un niño tomo su manto chamuscado de madre-de-todos y la detuvo del todo, en la visión borrosa de ella resonaba aquella sombra que siempre vuelve

domingo, 5 de septiembre de 2010

Ciudad

El retumbar de mi paso en el desierto de escarabajos, bajo el sol gris que se refleja en sus pilares de piedra, oculto de sombra en sombra pasando las estaciones que florecen en cuevas, hogares de sierpes cromadas veloces e imparables.

En la esquina escala el dolor, por la piedra que atraviesa mi zapato, por el esguince que nunca fue tratado, por la caricia que nunca salió de mi abdomen, del dolor que escala el flanco de mi cara... por los años que llevo atrapado.