miércoles, 2 de septiembre de 2015

Corto XLIX

Barre, barre lo que quede, barre lo que no hay. Arrastra el aire estacionado y el polvo estancado, aunque no haya nada, aunque no lo veas, sigue barriendo, sacalo hacia afuera para que alguien lo entre, para que alguien lo ensucie todo con una sonrisa.

domingo, 12 de julio de 2015

Quizás

Quizás no hay algo que quiera escribir sino a alguien a quien quiera escribir.

Quizás no tenga que escribirle, sólo quiero que sepa.

Quizás nada, quizás todo.

Quizás usted.

Quizás, yo.

sábado, 11 de julio de 2015

Corto XLVIII

Escribiré sobre el momento más feliz de mi vida, pero no a ustedes y no con letras. Lo trajo el sol, lo escribió en una piel fina y me dije "quiero estar así el resto de mi vida".


Corto XLVII

Alba no madrugues, contesta mi llamado. Ventanas abre, haz florecer el musgo, llena el foso con agua para que el verde alumbre. No respondas, deja que escarche, del mar caerán las olas y en un rumor negro todo se habrá ido.

Zumban los oídos, se humedecen las pestañas, florecen cardenales ¿a dónde has ido? ¿a dónde te he dejado ir? Vuelve querida, vuelve, vuelve... vuelve y no vuelvas a irte, aunque me finjas esa promesa y mi corazón se rompa de alegría.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Recuerdos inolvidables

Envidio a las tablas que hallé en tu piso, a las cortinas que esconden tu risa, al invierno que rompió ese vaso o al verano que lleno de polvo los libros, y a los libros, como envidio a los libros llenos de flores. Todos tesoros.

En los tablones hallé el tesoro que tanto se guardaba, tras las cortinas pude verte con vestidito de verano y chomba de invierno. La luz daba hasta donde corrías, donde las risas brotaban y era en tantas partes que desde la mesa podía dominar tu vida entera.

Quiero ser parte de eso, quiero haberme clavado ese día, haberme roto ayer, ser polvo escondido en el recuerdo.

Puedo cerrar los ojos e imaginarme la madera, el olor, la radio y su música inundando todo, hidratando los recuerdos de un pasado. Podría sentarme a mirar cómo el vacío se llenaba de una vida completa, una vida entera.

Me recordaba tanto a mi casa antigua, a la casa a la que siempre quise volver. Al lugar del recuerdo, por que ya de esos lugares quedan pocos en mi vida, todos se han ido y han cambiado, tu casa era lo más parecido a ello, tanto, que temo que se vuelva otro recuerdo.

De noche

Otra vez era tarde, podía calcularlo a la inversa, no que tan tarde era sino que tan temprano se estaba haciendo. Dejó sus pinzas de lado, su vista sobre sus manos y mirando el cielo, dio gracias que no todavía no hubiera amanecido aún. Qué cosa más triste empezar un día sin haber terminado el anterior, solo y helado, con un montón de cuerdas entre las manos.

martes, 21 de abril de 2015

Crónicas XIX

Llevo mucho tiempo sin subirme al transporte público, paso volando al lado de grupo de gentes que dependen de ello. Tengo un secreto y un poder, puedo ir a donde quiera sin más medio que yo mismo, así es la vida a través de mi bicicleta.

Veo, respiro y vivo más cosas de las que podría ver a través de un vidrio en un cajón de fierro, soy libre y eso me mantiene contento durante todo el día. El calor del ejercicio me combustiona hasta que sale el sol suficiente y me ventila las ideas, así mi cabeza no se estanca, pedalea pulsando sangre a mis ideas.

Todas las mañanas cruzo el pequeño tramo de ciclovia que alcanzo a tomar y cuando comenzó la primavera descubrí un pequeño secreto, en ese tramo estaban plantadas unos grandes arbustos de lavanda. Mi momento al pasar se convirtió en ir en el cambio más suave y apretar el freno, pasear por ese pequeño parque entre medio de grava y cemento, fantasmal e inadvertido, un aroma para sentirlo cuando la idea de los arbustos menudos no alcanza a correr tras la pregunta de "¿qué huele tan rico?". Atrevido me fui robando una florecilla para ponerla en el ojal del cuello de la camisa, llevandome así una parte del jardín conmigo y al desnudarme en la noche, sentir la fragancia inundar la pieza. Así como lo hacía antaño mi bisabuela entre la ropa de mis abuelo y de mi madre.

Hoy repetí el ritual con algo de tristeza. Es un terreno municipal y tocaba limpieza, recorte, allí estaba un señor recortando los arbustos, dejándolos uniformes, redondos, perfectos, pero sin flores. Me abstuve de decirle algo, por que el sólo hacía lo que le pedían, él sólo mutilaba la dicha de esa vía por que alguien que no se baja de su auto, que no pasa por aquel jardín hermoso, se lo había dicho. Sólo me puse la última flor de lavanda en mi solapa y me adentre hacia la ciudad carnívora, nos veremos la próxima primavera si es que yo también sobrevivo a que alguien tale mis ruedas libres por un poco de orden y disciplina.

jueves, 16 de abril de 2015

Rayos y centellas

Llueve hoy por la tormenta que no llega, por el cielo cargado de nodrizas y por mis oscuros deseos que al terminar esta frase truene mi rabia en un relámpago de papel.

Haré tinta mis ojos para que la lluvia borre el oscuro páramo de mis cejas partidas, pues quien me conoce sabe que de mi cuidarse debe, al infortunio hay que darle quite y de mis oscuras intenciones hasta las estrellas pestañean.

Soy frío, pues llueve. Soy repetitivo humedeciendo mis intenciones, porque también soy humo, lleno de fuego. Soy una contradicción feroz de embiste mortal, soy bestia hecha hombre y mi corazón es un rayo apunto de tronar.

lunes, 23 de marzo de 2015

Quizás

Vuelan alto las cartas por que poco importa a donde vayan, se las lleve el viento o se las trague la lluvia ¿qué más da? total poco queda de cielo por ver, quizás rellene el cielo con la tinta que quede y el resto se abrirá en pecas lacrimosas.

Total todo se quema alrededor, cosas más importantes mueren hoy y solo de cenizas se imprimirán sus fotos. Eso es lo que decían las cartas, pero como no terminan de convencer mejor que se vayan, el humo cubrirá todo pronto y mejor estar preparado, necesito una buena bocanada de humo negro, espeso y maloliente urgente.

jueves, 19 de marzo de 2015

Visitante no deseado

Extraños pájaros mecen la cuna de cristal. Me he escabullido para observar a través de lo prohibido, entre los árboles que nunca me dejan entrar, jamás hubo cerco o muro pero el sólo hecho de que en mi me mente un fino cordel discurriera es suficiente para impedirme el paso.

Al cruzar no hubo magia, de hecho si la hubo aunque de una forma no esperada. Los arboles envejecieron, el pasto ya no era tan vivo y los pájaros parecían haberse ido, quizás más allá, quizás más dentro del bosque haya algo, por algo estaba vedada la entrada.

Recorrer el bosque no fue un problema, de hecho fue más fácil de lo que hubiera creído o deseado, por que lo imagine inmenso y ahora me parece asfixiantemente pequeño. Sé que tienes más, sé que habrán otros por ahí, con más cosas. Pero ya es suficiente con esto, prefiero los jardines a los bosques donde no soy bienvenido.

domingo, 18 de enero de 2015

Crónicas XVIII

El portal de la casa de mis tíos fue el comienzo de todo, desde allí se proyectan tal cantidad de hechos en los que una noche hace tanto marcó que hoy esté de vuelta aquí. Allí estaba, borracho y de regreso, con la ambición vestida de un terno azul mientras esperaba que me abrieran, tal como hoy.

Las expectativas, tantas expectativas, soy un soñador y mis sueños no se cumplen. Hace tanto tiempo soñé con una vida diferente, con un resultado diferente. Para la madera todo es distinto, para los tablones que recubren la pared del costado, quizás ni si quiera me haya movido aún, simplemente en un pestañeo, un tercio de mi vida se ha esfumado sobre los ladrillos del pasillo.

Mis sueños no se cumplen, nunca lo harán y es mejor no intentarlo, que estés aquí, en la puerta, después de tanto es la prueba de ello. Con eso lucho cada día, desde que empecé éste viaje hasta que lo termine.

Me gusta el desafío, quizás con el tiempo ya no será tan difícil respaldar mis sueños y por mal o por bien que todo esté, podré estar orgulloso de lo que he hecho y he vivido para hacerlo, por lo menos así me consuelo cuando todo me ataca.