¿De quién es esa taza?
-¿Aquella servida con odio, tibia de amor y dulce como recuerdo tus labios?
Es tuya. La mía yace vacía.
Tal vez por eso mismo
-
―Ya no se te oye cantar por las mañanas ―dijo.
―Tal vez porque nunca canté por las mañanas ―respondió.
―Eso no es verdad. Antes lo hacías, y muy segu...
Hace 5 días
1 comentario:
Ahora ya no sé si quería un poco de té o un golpe de la vida.
Sabrosos ambos.
Saludos
J.
Publicar un comentario