Acercose cascos de caballera armadura, al borde inmortal marcado en abismo para busqueda desgastante de quien fuese alguna vez hidalgo de espada, hoy rota por brazo hasta tobillo.
A posada perdiese vista, escondida en finas líneas delante de estrechos cuan largo berbecho erase la barba del postumo heroe.
¡Conoce lo que viene o lo que se devuelve! ¡Hereje destino de quien ingenuo crece! Muriendose entre dientes al grito dio estocada ¿o la estocada le dio al grito la muerte que aguardaba?
Tal vez por eso mismo
-
―Ya no se te oye cantar por las mañanas ―dijo.
―Tal vez porque nunca canté por las mañanas ―respondió.
―Eso no es verdad. Antes lo hacías, y muy segu...
Hace 6 días
No hay comentarios:
Publicar un comentario