Te soñe despierto,
te desvesti ciego,
te arrope muerto,
y aún agonico
tu llamar espero.
Agudicé el oido,
afine la vista,
palpé la realidad,
a la fina mentira
de tu belleza eterna.
Estira tu brazo,
esculpe mi cara,
mirame con cariño,
en una tierna
sonrisa de marzo.
Tal vez por eso mismo
-
―Ya no se te oye cantar por las mañanas ―dijo.
―Tal vez porque nunca canté por las mañanas ―respondió.
―Eso no es verdad. Antes lo hacías, y muy segu...
Hace 5 días
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