Aquellos ojos
que me desvisten,
de una mirada
gélida y congelada,
robada e inmortal,
son del color del que
se visten mis miedos:
indefinida gama
de mi mente miope,
mi alma daltónica.
Tal vez por eso mismo
-
―Ya no se te oye cantar por las mañanas ―dijo.
―Tal vez porque nunca canté por las mañanas ―respondió.
―Eso no es verdad. Antes lo hacías, y muy segu...
Hace 5 días
1 comentario:
Los mejores colores son los que mal se distinguen. Mejor eso a quedarse ciego de amor.
Saludos
J.
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