sábado, 22 de octubre de 2011

Niño sin risa

Aquel niño, sostenido en el tercer tiempo de la luminaria, acarreado por las ideas fijas y los pulsos falsos, no sabe sonreír.

 Lo observo a través de mis pasos soporíferos, revoloteando en la primavera de chaquetas. Se esconde en el verso del cine y las comas de la tarde.

 Ese muchacho, que me ha robado la poesía, se sienta y espera. Da vueltas bailándole a las estrellas, a la sombra y a la yesca. Se  recoge y se estira, dominando el mundo que tan poco conoce y al que no le sabe dar un beso.

 Aquel niño, de corbata y traje, no sabe sonreír como yo lo hago y de eso ni yo mismo me río.

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