He muerto.
Me desangro en un charco de agua mientras la gente camina alrededor mío, soy una sombra perezosa que se ha dormido en aquella esquina del ojo que no molesta a nadie.
Caigo perdiendo la fuerza de mis piernas, me ha apuñalado el viento y el tiempo me roba la vitalidad. Choco con el abrazo del hedor de un zapato que fue un tropiezo.
Salgo ocultando mi esencia, me disfrazo en recuerdos, camino hacia pasajes largos y salto agujeros llenos de salvación buscando el escape.
Cuelgo a mi padre, quemo las cartas de mi madre, rallo el cumpleaños de mis hermanos recogiendo la llave que me dio Soledad.
Me despierto con la verdad goteando de a poco, con las mentiras en las cenizas de la estufa, contigo.
Mañana tomaré una gran decisión, espero despertar para verlo.
A Nay, por mi alegría culpable.
Tal vez por eso mismo
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―Ya no se te oye cantar por las mañanas ―dijo.
―Tal vez porque nunca canté por las mañanas ―respondió.
―Eso no es verdad. Antes lo hacías, y muy segu...
Hace 1 día
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