Llueve hoy por la tormenta que no llega, por el cielo cargado de nodrizas y por mis oscuros deseos que al terminar esta frase truene mi rabia en un relámpago de papel.
Haré tinta mis ojos para que la lluvia borre el oscuro páramo de mis cejas partidas, pues quien me conoce sabe que de mi cuidarse debe, al infortunio hay que darle quite y de mis oscuras intenciones hasta las estrellas pestañean.
Soy frío, pues llueve. Soy repetitivo humedeciendo mis intenciones, porque también soy humo, lleno de fuego. Soy una contradicción feroz de embiste mortal, soy bestia hecha hombre y mi corazón es un rayo apunto de tronar.
Tal vez por eso mismo
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―Ya no se te oye cantar por las mañanas ―dijo.
―Tal vez porque nunca canté por las mañanas ―respondió.
―Eso no es verdad. Antes lo hacías, y muy segu...
Hace 10 horas
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