No sé en quién te habrás convertido. No podría reconocerte en la calle y si pasaste a mi lado no nos dimos cuenta. Te puedo llorar un año y amargarme una vida, mas la triste realidad es una. Has muerto.
Se calla el patio. Se silencia el jardín. Te alejas una vida de mí, sumado a la media vida que ya nos separaba.
Eramos dos desconocidos en este mundo, aunque hace mucho fuimos un tigre y un vaquero. Me llega a dar vergüenza sentir pena.
Fuiste uno de mis primeros amigos y te recordaré siempre.
En memoria de "Patito".
No hay comentarios:
Publicar un comentario