Temer a bajar del bote, pisar tierra firme. Ver que el suelo es firme, saber que puedo confiar de nuevo, me da miedo.
Creo que cada tecla es el sonido metálico de la tierra, escribir cada letra son como voces recordando que les he fallado a tantos o a ninguno, ¡oh maldita paranoia! vil gusano que alimenta mi imaginación y me deja volar en mis calabozos demenciales.
He de regresar o volver a una vida, una que deja naufragar en los tiempos de sequía.
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