-¿Cachaste esas dos minas que iban de la mano?
-No ¿cuáles? ¿esas de ahí? - Si, pero no iban de la mano, iban agarradas de la mano. Sujetas y amarradas contra lo que se les venía en contra, no se sentían aceptadas ni amadas por el mundo, iban contra él y aquella rebelión no era más liberadora que el miedo que sentían por debajo de sus tendones.-
-Igual raro ¿no?
Me entrego al silencio
-
Mi casa no es un santuario en el que prevalezca el silencio. Mi casa no es
un mausoleo, un cementerio, un camposanto, un monumento a los caídos en
guerras ...
Hace 2 días
No hay comentarios:
Publicar un comentario