-Bueno, ¿qué te pasa?
-¿Ah? Nada
-Es que como andas con cara rara...
-Un poco cansado nada más, fin de mes, cosas de esas.
-Bueno ¿Y, te gustó la película?
-Ah... si, supongo que si.
-¿Seguro que no te pasa nada raro?
Cerré mis ojos, me escondí del mundo tras mi mano. Apoye mis pensamientos en mi muñeca y soñé que dormía en algún lugar lejano, sin tener que responder ni revelar nada. Todo paz, todo sueño.
-En serio nada...- El nombre ¿cuál era el nombre? ¿me obligaría mi mente a mirarla para saber con quién estaba hablando? mi cabeza era un vacío con otro nombre en el centro-... amiga.-
-¿Amiga?
-Si... ¿por qué no?- El silencio y la soledad me devolvieron la perpleja mirada, otra vez hablando solo, otra vez ensayando un diálogo, otra vez queriendo no hablar conmigo mismo.
Juguetes
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Una mezcla de admiración, envidia y odio, no siempre en iguales cantidades,
participaba de nuestras relaciones. En las de todo el grupo de niños de la
sala...
Hace 1 semana