martes, 27 de enero de 2009

Corto VIII

Quisiera que quisieses
lo que deseo con anhelo,
aunque quiero desear
con anhelo un "te quiero".

Orion

El pasto buscaba las piernas del chico, como si intentara despertarlo al darle pequeños golpecitos imperceptibles para quien no puede ni sentir la brisa, el sol o cualquier ruido que no provenga de aquel mar café.

La abrazo intentando estrangular el tiempo, ahogar el movimiento de los hechos. Él solo quería ser una cadena que lograra retener la realidad en sus sueños, construir un pequeño sótano donde la luz de la verdad se marchitara en plateadas cañerías de "te quieros".

Cuando caminó otra vez por aquel rostro, sintió como la pena lo hería manchando aquella blanca arena. 

Cuando no resistió más, simplemente busco en el cielo un hogar... o simplemente una fortaleza, donde pudiera mentirse a si mismo, que podía seguir viviendo su pútrida existencia.

 Hay veces en las que él prende una vela esperando que alguien la vea, una pequeña luz a dos palmos de Orion.

Corto VII

Recuerdo fotos,
no me imagino
momentos ni menos
añoro minutos,
simplemente persigo,
sueños inconclusos.

lunes, 26 de enero de 2009

Intacto

Retomo mis vicios, 
aquellos que me han construido.
Rearmo mis pecados, 
los que me dan sustento.
Armonizo mis mentiras, 
las que son argamasa.

Busco cuadros,
para que ardan.
Reviso escritos,
para que ardan.
Construyo algo,
un pequeño castillo,
solo para arder
de frío.

Viajes

Herida profunda,
puerta del Valhalla,
cuerno eterno.

Diente plateado,
cuerno de Walkiria,
belleza eterna,
hecha maldición.

En mi tierra,
en mi hogar,
en el canelo,
la fuerza brota
como el zumo
del Ragnarok.

Haz que la luna
apague la lucha,
haz que el sol 
despierte al campo,
pero calla
a la niebla
que despierta
mis muertos.

miércoles, 21 de enero de 2009

Vejez

La noche se enamora poco a poco del doloroso aborto que cae y escurre entre los pilares de la vieja casona, la suave niebla cierra el manto junto al tabaco que juega al rededor a la chimenea, que arde consumiendo así los añorados tiempos de risas.

La fina cuerda austriaca llena el ambiente a la vez que lo vacía, castigando la soledad sadica de quien cree en nada no asi en nadie.

Temed hijos de la noche, pues en este edificio vive un mounstruo. Una criatura tal, que os dejaría pidiendo ojos que reemplazar, boca que morder y pies para volar.

Una bestia llamada resignación.

lunes, 19 de enero de 2009

La calle

La vida del pobre tipo que cruza la avenida sin mirar a los lados, la esencia de su reloj blanco epiléptico de tanto retocar las 12, el teléfono vomitando citas perdidas. En definitiva la libertad codiciada.

Cuando él sopeso esto ya era tarde, todo fue muy rápido. Nadie le ayudo, no hubo un brazo amigo.
La gente paso a su lado observandolo como si fuera otro más, mientras el se dejaba llevar por la situación, cayendo sobre la acera vecina en un paso decidido a tener dudas.

Cuando todo termino, el había desperdiciado otra luz roja, otro camión veloz, otra caída accidental.

El había sobrevivido para ver como no podía morir mañana.